miércoles, 29 de junio de 2016

La irracionalidad de “Los Mercados”



¿Son los mercados financieros unas tragaperras?
No es la primera vez que escribo sobre esto, ni espero sea la última. Aunque si lo deseo.
Vivimos en un mundo donde los llamados mercados financieros imponen su mandato y su capricho en contra de la más elemental de las lógicas.
El pasado día 23 de junio, tuvimos una de las pruebas más evidentes. El conocido BREXIT, la salida unilateral de Reino Unido de la Unión Europea, dio lugar a una de las caídas más importantes de los mercados financieros. Los principales índices mundiales sufrieron caídas históricas. Algo parecido ocurrió con la libra esterlina, moneda oficial del Reino Unido. No había realmente motivos para ello. Era algo que debería de haberse producido o no, en base a que la decisión tomada afectará realmente a la economía mundial. Solo había acontecido que “un socio de un club” se quería ir o salir del mismo, y que por tanto sus efectos se deberían de haber dilatado en el tiempo, una vez que los resultados de esa decisión afectasen o no al resto de economías -países- del mundo. Algo que está por ver.
Se evaporaron cientos de miles de millones de euros. Y digo se evaporaron porque realmente fue así. Un pequeño volumen de transacciones fijó un nuevo precio a las acciones y a las divisas. Ese pequeño porcentaje de transacciones -compraventa- fijaron nuevos precios para su intercambio. Muchos pequeños ahorradores vieron mermado el fruto de su inversión. En absoluto respondía al valor de las empresas o compañías que dichas acciones representaban y mucho menos al valor de las divisas que se apreciaron o devaluaron con la noticia.
Histórica caída del IBEX-35
Esto es algo que debería ya de hacer recapacitar a los políticos de todo el mundo. La economía no puede basarse en los mercados financieros, ya sean de contado o de futuro. La economía debe de sustentarse en la capacidad de creación y reparto de la riqueza, es decir, en el trabajo, en la capacidad de aumentar el valor de los productos y servicios.
Hoy también vivimos unas situaciones extrañas. Vivimos con unos tipos de interés negativos, es decir, el valor del dinero oficialmente hoy es más barato que mañana. Así, 1.000 euros al devolverlos dentro de un tiempo serán 998 euros, ¿no Sr. Draghi? Y además el índice de precios o es negativo o es cero. Todo una incongruencia superlativa.
Brutal devaluación de la libra frente al euro
Todo esto es tan irracional como negativo. El dinero tiene que tener un coste, como cualquier otro producto. Hemos llegado a un estado de las cosas donde parece que premia la innovación o el experimento no ensayado, que nos puede llevar a la peor de las situaciones inimaginables.
Por lo que es primordial y urgente; que el sentido común, la racionalidad y  la visión de futuro sean referentes de los políticos que hoy en día tienen la misión de dirigir sus naciones y conminen a esos poderes económicos especulativos, propio de casinos, a retomar una senda que tenga por finalidad la mejora y bienestar de la mayor parte de la población mundial. Basta ya de tanta codicia, tanta corrupción y tanta falta de humanidad, que nos desbordan ya.
Para ello, claro está, es condición “sine que non” que los corruptos, mediocres, ´chupopteros´ y ´abrazafarolas´, que diría José Mª García, no sean elegidos por  nosotros, los habitantes de las llamadas democracias del mundo occidental. Necesitamos líderes honestos, sinceros y con vocación de servir al interés público.

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