viernes, 11 de septiembre de 2015

El desafío de Mas es intolerable



Artur Mas. Foto;GERARD JULIEN AFP. Vía EL MUNDO
Para ir poniendo las cosas en su lugar, en principio diré que siempre he sido partidario de la consulta por la independencia catalana, no extensiva al resto de España, con una pregunta clara y concisa, y con una mayoría cualificada para dar validez a la respuesta.
Dicho esto, quiero hoy resaltar, a mi modo de ver, que el actual presidente de la Generalitat y otros políticos están vulnerando la ley de una forma flagrante y con publicidad añadida.
Hoy en El Mundo podemos leer estas declaraciones: “el proceso soberanista seguirá si hay una mayoría absoluta de escaños en el Parlament a favor de la independencia, y ha asegurado que no es necesario lograr más del 50 por ciento de los votos, aunque también busca conseguirlos”. Es decir, que utiliza unas elecciones autonómicas a modo de plebiscito, busca la mayoría de escaños, a lo que le ayuda la ley D´Hont, para trasformar el resultado en un sí a la independencia, no ya sin una mayoría cualificada de votos, sino incluso sin el 50% de los mismos. Arrasando la voluntad de cerca del 60% de catalanes que no le van a votar y saltándose todas las leyes hoy en vigor, entre ellas la propia Constitución Española. 
Hoy la encuesta del CIS publicada por EL PAIS a la candidatura Junts pel si le da un 38,1% de los votos a los que sumamos un 5,9% del CUP y nos da un 44,0% en total. Con este porcentaje pretenden imponer su criterio al resto. No dejan de ser encuestas, que además espero sean más desfavorables aún, para lo que solo es necesario que se movilice el voto de los ciudadanos catalanes que buscan la estabilidad, la concordia, la libertad y el poder de la democracia.
No quiero extenderme en la corrupción que ha asolado durante decenas de años a los catalanes a través de la coalición CiU, cuyo máximo exponente ha sido el “molt des-honorable” Jordi Pujol y familia. Y que a estas alturas de la historia debería de haber sido ya detenido, puesto a disposición judicial y tomado una resolución contundente.
Pero bueno, volviendo a lo que nos ocupa. La actitud de Mas y los que le secundan en la cabeza, están ante un delito de rebelión, al menos en grado de tentativa. Así interpreto yo el código penal, cuyo artículo 472, no puede ser más explícito:



La violencia se puede ejercer de muchos modos, sin que esta tenga que ser lesiva físicamente o cruenta.
A mi modesto entender no se actúa en base a que pudiera convertirse en “víctima” quien actualmente es “agresor”. Bien. Pero si tenemos en cuenta que más tarde o más temprano se tendrá que actuar en defensa de la legitimidad y del respeto a la democracia, que es el gobierno de la mayoría, no de una minoría, cuanto antes se haga, antes se comienza con la solución y se ataja el problema. No por demorarla o esconderla, se solucionará sola.

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