lunes, 6 de abril de 2015

"El Turismo es un gran invento"



Con este título, se estrenó en 1968 una película de humor, dirigida por Pedro Masó y protagonizada por Paco Martínez Soria, en la que se auguraba el fuerte crecimiento de este fenómeno.
Aunque el turismo en España nace de forma tardía respecto a otros países y es dirigido a una clientela con un alto poder adquisitivo, es en la década de los años 60 del pasado siglo, cuando se populariza. Desde entonces no ha dejado de crecer hasta convertirse en una parte importante de nuestra actividad económica.
Hoy España es el primer destino del mundo en turismo vacacional y el segundo país más visitado del mundo.
El turismo supuso en 2013 el 10,9% del PIB en España, el 45,5% de las Islas Baleares, el 31,2 % del PIB de Canarias, el 12,6% de la Comunidad Valenciana, el 12,5% de Andalucía y el 9,8% en el caso de Murcia.
¿Son 65 millones de visitantes demasiados para un país de 45 millones de habitantes?
Parece que no. Desde 2009, hemos pasado de 52 millones de visitantes a 65 en 2014. Un crecimiento del 25% en pocos años, en los que la crisis más nos ha golpeado.
El desembolso total realizado en 2014  supera los 63.000 millones de euros, frente a los 59.000 millones de 2013 o los 48.000 millones de 2009.
Evolución de los ingresos y el empleo desde 2004
El sol, las playas, la oferta hostelera, la hospitalidad, las infraestructuras y el buen carácter de los españoles, son sin duda los factores que hacen de España un destino vacacional de primera magnitud.
Pero dicho esto, es también importante recordar que esta industria turística, también está sometida a los gustos de la gente y como no, a la competencia (otros destinos). Por lo que sería conveniente no basar mucho nuestras expectativas productivas en una actividad que puede ser objeto de cambio y sumirnos en una recesión local difícil de combatir.
Por ello, tras esta crisis que seguimos padeciendo, sectores tan importantes como la agricultura, la ganadería, la pesca o la industria, han visto reducido su peso en nuestro PIB, en beneficio del sector servicios que supone ya un 70% de nuestra economía. Un sector con poca capacidad exportadora, muy ligado a la demanda interna, que nos hace débiles ante situaciones difíciles como las que estamos viviendo.Así, en uno de los gráficos que adjunto, donde se ve la evolución de los ingresos y el empleo por turismo, acumulados desde 2004, podemos observar que mientras los ingresos han aumentado un 44,18%, el empleo solo lo ha hecho un 5,78%. Es decir no ha habido elasticidad en la curva ingresos-empleo. Mala señal. Muy mala. Cuya explicación más sencilla viene de la economía sumergida. Ni empleado ni empleador pagan impuestos. Pero se tolera.
Y si con esta oportunidad habida para una reestructuración de nuestra economía no lo hemos hecho, que podemos esperar para el futuro: ¿solo turismo y servicios?.
Por último traigo aquí un párrafo extraído de John Müller (El Mundo) en su habitual artículo “Ajuste de Cuentas”: “no hay un nuevo modelo económico surgido de la crisis, aunque factores coyunturales como la bajada del crudo y la depreciación del euro pueden hacer creer que la economía está hoy más equilibrada que antes”, a lo que también añade el menor coste de la financiación.
Y son pocos los economistas acreditados que apuesten por una mejora de nuestra estructura económica. Así, el profesor Luis Garicano, brillante fichaje de Ciudadanos, apuesta por más Innovación y menos Obras Públicas. Pero se olvida de que la innovación va más ligada a la industria que a otra actividad y que las Obras Públicas, no son sólo construcción sino también conservación. Una pena.

Datos obtenidos de TURESPAÑA

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