El nuevo PIB o la contabilidad creativa

Portada del libro "Contabilidad Creativa"

¿Somos más ricos, de la noche a la mañana? No, rotundamente no.

Por un lado la desindexación de nuestra economía y por otro que se incorporen a nuestra Contabilidad Nacional, actividades como la prostitución o el tráfico y consumo de estupefacientes o cambios en la información estadística, pueden tener un efecto subida en nuestro P.I.B. de hasta el 4,5%, que veremos reflejado en los datos que se publicarán próximamente. No es nada más que contabilidad creativa o maquillaje contable.

En su nota de prensa, el I.N.E. hace una estimación provisional del efecto del cambio de base 2010 en el nivel del P.I.B. entre el 2,7% y el 4,5%, correspondiendo entre el 1,5% y el 3,0% la incorporación de información estadística nueva y/o de mejor calidad (por ejemplo censo, EPA, EPF, etc.) y otros cambios (por ejemplo, actividades ilegales).

Que la contabilidad creativa sea algo inherente a la actividad de muchas compañías, no es nada nuevo. Pero si lo es que organismos oficiales como el Tribunal de

Portada de Interviú de hoy

Cuentas Europeo insten a ello a los estados miembros, para que todos los estados de la UE incorporen a su renta los flujos de esta parte de la economía sumergida.

En realidad el efecto más inmediato lo tendrá en el ratio Deuda/PIB que se verá aliviado en algún punto, dejando otra vez por debajo del 100% este indicador, al que nos ha conducido el gobierno de Mariano Rajoy, pero por poco tiempo, dicho sea de paso.

El desboque que ha sufrido nuestra deuda pública desde 2008, primer año que se manifiesta la crisis en toda su dimensión, es sencillamente descomunal.

Si durante el “período milagroso” de Aznar la deuda también se incrementó en 58 mil millones, mientras el PIB crecía un 84,29%, gracias a la burbuja inmobiliaria y a las Obras Públicas, durante los 8 años de la época de Zapatero lo hizo en 272 mil y el PIB creció un 24,37%, tras pincharse la burbuja. Ahora en la era Rajoy, casi ya tres años, la deuda lo hace en 232 mil millones y el PIB cae un -1,06%. Todo un record, si tenemos en cuenta que solo se necesitaba “generar confianza y hacer las cosas como Dios manda”.

La deuda del Estado, desde 1996

Si el periodo de vida media de nuestra deuda es de 6,28 años y el tipo de interés medio del 3,58 % (datos de Agosto de 2014), su amortización conllevaría el pago de 148.895,24 millones de euros anualmente, frente a los 36.590,00 millones presupuestados para 2014. Sencillamente irrealizable, dado el déficit crónico de nuestras cuentas públicas.

Solo con una política económica estricta, profesional, alejada de intereses partidistas, podríamos reconducir la situación y hacer nuestras cuentas públicas más sostenibles. Para ello se requeriría, aumentar el plazo de vencimiento medio de la deuda considerablemente, de forma que no solo pagáramos intereses, sino que también amortizáramos principal.

También reducir el tamaño del sector público y adaptarlo a las necesidades reales de la sociedad española y por supuesto establecer un sistema de pensiones, nuestra principal partida de gastos - 127.483.833,35 € para este año - con visión de futuro, de forma que las generaciones venideras desde el comienzo de la vida laboral, se construyan un plan complementario de jubilación, mediante capitalización de una parte de su salario e inviertan el actual sistema que nos conduce a una quiebra sin paliativos.

Y es que no podemos seguir gastando más de lo que tenemos. No es tan difícil.