viernes, 28 de diciembre de 2012

Madrid: con la salud no se juega



Diputados jugando a "Apalabrados" Foto El Pais 27-12-2012
Se podrá ser simpatizante o no de Esperanza Aguirre, pero si hay una cosa que nadie podría negar es que sabía mandar. Una mujer que a más de uno nos sorprendió. Se podrá estar o no de acuerdo con su gestión, pero tampoco se le podrá negar que decía y hacía lo que quería.
Con su marcha, ascendió uno de los dos delfines que tenía, Ignacio González. Al otro, Francisco Granados,  lo defenestró meses antes por falta de confianza. Rápido corrió este bajo el manto de Rajoy, allá en Genova.
Ni tres meses llevaba el afortunado heredero y ha liado una en Madrid con la Sanidad, como no se recuerda otra igual. Ha conseguido que todo el personal sanitario y administrativo de la Sanidad madrileña, lleve más de un mes de huelga.
Los madrileños nos hemos visto sin atención médica primaria ni especializada. Al parecer hasta los quirófanos han sufrido el desplante del personal, lo cual sumado a la demora de las listas de espera, ha causado una desatención sanitaria, digna de ser llevada a los tribunales por los perjudicados.
A diferencia de la Sra. Botella, corresponsable política por acción u omisión de una desgraciada tragedia, cuya ineficacia sólo ha venido demostrada por su ineptitud en la resolución del caso “Madrid Arena” donde lejos de tomar medidas ágiles y contundentes, se ha enrocado protegiendo a sus colaboradores que no merecían tal defensa, con lo que ha ratificado su incompetencia. El señor González si ha tenido tiempo y argumentos para conciliar sus medidas, algo que también parece haber obviado, en una actitud arrogante y poco democrática.
Tan arrogante y poco democrática, como la actitud de dos diputados autonómicos del Partido Popular, Bartolomé González y María Isabel Redondo  que en un debate de tan inmenso calado, como el que ayer se debatía en la Asamblea de Madrid, no tenían otra cosa que hacer, que divertirse con las modernas herramientas de comunicación puestas a su servicio.
Sí, ambos se entretenían con un conocido juego de Internet durante tan importante debate.
¡Vergonzoso! Así nos lo ha mostrado el diario nacional "El Pais".
Pedir perdón, no vale. Dimitir es la única respuesta que los madrileños merecemos. La política no es un juego. Y la salud mucho menos.

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