viernes, 26 de abril de 2024

La 𝕏 mató al pajarito de Twitter


La 𝕏 mató al pajarito

La red social 𝕏, antes llamada Twitter, tras una “inversión” del magnate Elon Musk de 44.000 millones de dólares en octubre de 2022, un poco forzada tras su compromiso de compra y la judicialización de su oferta, ha experimentado unos cambios notables.

Al mismo tiempo que se ha convertido en altavoz de su propietario que cada post que pone, visto por millones de usuarios, es celebrado con una notable interacción. Diga lo que diga. Lo cual nos da una idea del nivel intelectual de muchos usuarios.

La falta de ingresos que hagan rentable a la empresa ha llevado a tratar o intentar que sus 355 millones de usuarios actuales utilicen un método de pago para obtener “ventajas” y una acreditación de la cuenta. O sea, una memez para que el magnate recupere su absurda apuesta. Dado que la publicidad no es la esperada.

Esta red social tuvo su auge como medio de información, principalmente por su inmediatez, ya que sus numerosos usuarios publicaban noticias, comentaban y aumentaban su difusión. Surgían debates, muchas veces interesantes, otras menos.

A lo largo de este tiempo transcurrido he visto como muchos usuarios interesantes y/o relevantes han ido, o desapareciendo o cerrando sus cuentas. En parte también por esas legiones de “trolls” y de “bots” que pululan por la red social.

Elon Musk, el propietario de 𝕏

Por otro lado, el inmovilismo de muchos usuarios en su opción política la ha convertido en algo aburrido. En España, por ejemplo, el que es conservador nunca ve nada bueno de un socialista. Y viceversa. Es decir, el “rebaño” se muestra en su máxima extensión y esplendor. Una pena, ya que una utilización inteligente de la red convertiría a esta en un eco y altavoz de una sociedad adulta que sabe lo que quiere. No es así.

        En fin, algo que nació en 2006 y pudo haber sido un gran invento para la comunicación sin fronteras de los usuarios, ha terminado tratando de ser un negocio, ruinoso, y ya no le doy mucho tiempo para su progresiva caída en el olvido.